¿Qué tener en cuenta al momento de elegir un complemento alimenticio?
En primer lugar, dentro del plan nutricional, tenemos prioridades a cumplir. Esto significa que hay cosas muy importantes a tener en cuenta, y otras, que no tanto, o podrían ser importantes en un segundo plano, en determinadas situaciones.
CANTIDAD DE CALORÍAS TOTALES. Se calcula según el objetivo y características de cada uno.
MACRONUTRIENTES. Qué nutrientes aportamos en el día y en qué cantidad. Estos nutrientes son Los Hidratos de Carbono, Proteínas y Grasas.
MICRONUTRIENTES. Qué Vitaminas y Minerales aportamos en el día y en qué cantidad.
DISTRIBUCIÓN EN EL DÍA. Cómo repartimos los nutrientes y cantidades a lo largo del día, en las distintas comidas.
SUPLEMENTACIÓN. Se evalúa si es o no necesario el uso de algún suplemento, siempre y cuando se cumpla de manera correcta todo lo anterior.
En el caso de suplementar, es muy importante prestar atención a tres aspectos claves:
Un suplemento siempre debe ser LEGAL, es decir que esté permitido su uso y no de doping positivo en las competencias.
Un suplemento siempre debe ser EFECTIVO, es decir que tenga respaldo científico y prueba en el campo sobre su funcionamiento.
Un suplemento siempre debe ser SEGURO, es decir que no cause daño a nivel salud ni tenga efectos secundarios nocivos.
¿Cómo se clasifican los suplementos? ¿Cómo podemos saber si cumplen con estos 3 aspectos claves al momento de consumirlos?
El Instituto Australiano del Deporte, el cual se mantiene actualizado y en constantes cambios, realiza una clasificación de los suplementos:
Grupo A: Funcionan, tienen experiencia en campo y respaldo científico. Cuentan con usos científicamente validados. Los beneficios dependen de cada deportista y de sus situaciones individuales. Se apoya su utilización en situaciones deportivas específicas.
Grupo B: No se sabe si funcionan, están bajo estudio, no generan daño a nivel salud. No hay evidencia científica sustancial en cuanto a sus beneficios. De intereses especiales o con alguna promesa de beneficios.
Grupo C: No funcionan, confirmados científicamente y en la práctica. No hay evidencia sustancial de beneficios que valgan la pena.
Grupo D: No los consumas, generan daño a nivel salud y dan doping positivo. Prohibidos.
Dentro del Grupo A, los cuales son suplementos Legales, Seguros y Efectivos, nos encontramos con una subcategoría:
Suplementos Deportivos: Destinados a proveer una fuente de nutrientes cuando se vuelve impráctico consumir alimentos tradicionales. Pueden ser bebidas, geles, golosinas, proteínas de suero, barras, entre otros.
Suplementos Médicos: Utilizados para situaciones clínicas particulares como déficit en determinados nutrientes. Es de dosificación individualizada y bajo un control médico apropiado. Pueden ser Hierro, Calcio, Multivitamínicos, Vitamina D, Probióticos, entre otros.
Suplementos de Performance: Destinados a mejorar el rendimiento deportivo del atleta. Debe individualizarse su provisión y ser controlada por personal médico especializado. Pueden ser Cafeína, Beta Alanina, Bicarbonato, Jugo de remolacha, Creatina, Glicerol.
Muchos se estarán preguntando en qué grupo entran los famosos Quemadores de Grasa, y por qué no los nombré hasta ahora, esto se debe a que en su mayoría son una mezcla de suplementos del grupo B, C y D. Y hasta a veces no sabemos de manera clara cuáles son sus ingredientes. Sabiendo esto, recomiendo que no gasten plata en este tipo de suplementos, muchas veces no ayudan a cumplir nuestro objetivo y pueden generar daños a nivel salud.
En la práctica se puede ver que cada individuo responde de una manera distinta, no todo sirve en todos, debemos consultar con profesionales y analizar en qué situación es realmente necesario su uso.
Es una herramienta efectiva para agregar al plan de alimentación, siempre y cuando esté prescripto de una manera correcta y responda a los objetivos de cada uno.
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